El estudiante y la mariposa

El estudiante y la mariposa

Un estudiante de biología estaba en el laboratorio con su profesor.

Analizaban el proceso por el que los gusanos de seda se convierten en mariposas. Diez capullos han empezado a romperse y, poco a poco, van abriéndose.

Cuando quedan tres capullos por romperse, el profesor dice al alumno:

-Tengo una reunión, te dejo aquí para que los vigiles. Yo vuelvo en menos de una hora- Minutos después, se abre un capullo más y la mariposa sale volando.

Luego, otro capullo se abre y otra mariposa sale de su interior. Pasa media hora y el último capullo aún no se ha abierto.

El alumno se preocupa, -vendrá el profesor y este capullo aún sin romperse, va a pensar que he hecho algo- reflexiona, así que coge un cúter y le hace un pequeño corte al capullo para ayudarlo. La mariposa despliega las alas, arranca a volar pero es incapaz de levantarlas y no puede -a ver si le habré cortado un nervio- piensa el alumno.

Llega el profesor y le pregunta: -¿Cómo ha ido?- El alumno responde y le cuenta lo sucedido.

El profesor le dice, -no les ha roto un ala, pero la has hecho una inútil de por vida. Porque la mariposa, gracias al esfuerzo que hace para romper el capullo, consigue que las alas se irriguen con sangre y pueda usarlas. Si no es ella la que rompe el capullo, ya no va a poder volar-

Anónimo

No podemos evitar el esfuerzo porque es lo que nos convierte en una nueva versión de nosotros mismos.

Si tienes dudas, quieres hacerme una pregunta o simplemente necesitas hablar, puedes escribirme a través de: hola@veronicagonzalez.eu

Todo el mundo tiene derecho a ser escuchado.

¡Un abrazo!