¿Cuándo ir a terapia? 

¿Cuándo ir a terapia? 

Tomar la decisión de acudir a terapia no es fácil desde luego.  Puedo llegar a imaginar el debate interno que puedes estar experimentando en este momento.

Puede que por tu cabeza empiecen a circular ideas-excusas del tipo…total, si no estoy tan mal, se me pasará pronto, estoy pasando una mala época.

 Puff, a saber cómo es el terapeuta, ¿me gustará? ¿y si no me gusta que hago?  

El tiempo lo cura todo. No me va a decir nada que no sepa etc…

¿Te suenan?

Si este tipo de discurso te ha funcionado no continúes leyendo, sin embargo, si lo que has estado haciendo hasta ahora no te funciona, te propongo que recapacites acerca de las siguientes preguntas y seas tú quién se responda.

¿Tú círculo de amigos, compañeros, familiares…está preocupado por ti?

¿Tienes ataques de ansiedad, presión en el pecho, sientes que te falta aire cuando tienes que enfrentarte a exámenes o situaciones complicadas?

¿Tienes miedo a padecer una enfermedad grave porque interpretas que tienes todos los síntomas?

¿Has sufrido una pérdida?

¿Estás pensando constantemente lo mismo? ¿Quizá ideas negativas?  

¿Tardas en conciliar el sueño y te despiertas en varias ocasiones a lo largo de la noche? 

¿No disfrutas de tus relaciones, ni de tu tiempo libre?  

¿Te sientes perdido o perdida?  ¿Te solo o sola?

¿No comprendes porqué te suceden “estas cosas” a ti? 

En ocasiones, no somos conscientes de que tenemos un problema y/o evitamos afrontarlo. 

Acudir a terapia es una oportunidad para observar tus problemas de una manera diferente, encontrar el origen del conflicto, aliviar o eliminar síntomas, puedes aprender herramientas que te sirvan para tu vida diaria y encontrar un estado de equilibrio, ser consciente y en el camino, descubrirte.