Síndrome del Nido Vacío

Síndrome del Nido Vacío

 

En este vídeo te cuento:

  1. Qué es el síndrome del nido vacío y a qué personas afecta más
  2. Qué tipos de emociones pueden experimentarse
  3. Qué podemos hacer para sobrellevarlo

Una mañana te levantas y cuando acudes a la cocina para preparar el desayuno, atraviesas el pasillo y te detienes a observar el espacio vacío que ha dejado en su habitación.

Tras toda una vida dedicada por completo a llevarle a clases de baile, kárate, pasar a recogerle al colegio, acompañarle a infinitas fiestas de cumpleaños…y ya no está en casa, tu hijo ha emprendido el vuelo fuera del hogar familiar y te has quedado sola.

Si, digo sola porque este síndrome afecta al 80% de las mujeres, cuestión comprensible cuando en la mayor parte de las situaciones es la madre la que tiene el papel de cuidador primario de la criatura.

Para los hijos comienza un nuevo camino lleno de experiencias y aventuras y para ti un período de transición y construcción de un nuevo concepto de vida

2. Qué tipos de emociones pueden experimentarse

A veces los cambios nos generan una serie de síntomas emocionales y puedes llegar a asustarte si de repente comienzas a sentir tristeza realizando una actividad cotidiana, culpa por no haber pasado más tiempo con él o rabia por errores del pasado, ansiedad por desconocer la rutina habitual de tu hijo y preocupaciones en exceso.

Sea lo que sea que sientas está bien, negando tu emoción y reprimiéndola porque no conseguirás que desaparezca.

También puedes llegar a experimentar en el área física cansancio, problemas de concentración, es posible que no encuentres disfrute en actividades que antes te resultaban interesantes o acumules objetos sin valor para llenar el hueco material existente.

Lo importante no perder el foco principal, la relación no termina, aunque el espacio físico esté vacío y ya no comportamos continuamente el momento de la cena juntos, el vínculo continúa existiendo y es hora de trabajar de una forma diferente la relación con tu hijo.

En última instancia la misión como padres es ayudar a los hijos a que sean independientes y tomen sus propias decisiones que le permitan ser él mismo

3. Qué podemos hacer para sobrellevarlo

Esta situación de emancipación no suele darse de inmediato con lo que una serie de ejercicios que puedes comenzar a realizar son los siguientes:

  1. Generalmente tenemos una lista de cosas que nos gustaría hacer o aprender, es momento de rescatarla y reservar un momento para ti en tu agenda y trabajar el autocuidado.
  2. Puedes pensar en cómo reubicar el uso de la habitación de una forma productiva para las personas que se quedan en casa.
  3. Concéntrate en tus sensaciones, sientas lo que sientas está bien, es una nueva etapa, lidia con la incomodidad de una manera lo más saludable posible.

Si necesitas apoyo no dudes en solicitar ayuda de un profesional de la Psicología, en ocasiones los cambios sirven de catalizador para desenmascarar otros problemas subyacentes de los que no éramos conscientes.

Es el momento para poder reconectarte contigo misma y reencontrarte con la persona con la que decidiste formar una familia, este nuevo estado no es permanente, poco a poco tomarás conciencia de cuántos propósitos puedes encontrar en tu vida y comenzar nuevos desafíos.

Si tienes dudas, quieres hacerme una pregunta o simplemente necesitas hablar, puedes escribirme a través de: hola@veronicagonzalez.eu todo el mundo tiene derecho a ser escuchado.

¡Un abrazo!

Puedes ver el vídeo aquí: